Desde hace unos meses me vienen asaltando algunas dudas y algunas revelaciones mas que interesantes en ese hueco sucio y húmedo ke la gente llama mi cerebro.
Y es ke cada vez me doy mas cuenta de ke vivimos nuestras vidas como si de una serie televisiva se tratase.
En septiembre entramos en nuestra aparente normalidad (en la ke normalmente hay gente nueva ke puede tener mucho ke ver en el desarrollo de la acción y gente ke desaparece; es decir :abandona el reparto) y la cosa no para hasta que llega la Navidad, en la ke hacemos un parón, pero ya sabiendo casi kien es el malo de la temporada (nuestr@ jef@, nuestr@ profesor /a), pero aun estamos bien, sus movimientos como los nuestro han sido relativamente pekeños.
A la vuelta al tajo vuelven los problemas, pero aún no sabemos bien como capearlos y seguimos comedidos a la espera de algo ke nos pueda ayudar para salir airosos de la debacle y cuando parece ke estamos llegando a algo ¡¡¡¡¡ parón de semana santa!!!!
Esta vez cuando volvemos ya no hay compasión, estamos demasiado cerca de nuestro objetivo y aparte la primavera nos altera de tal forma ke nos vuelve mas extrovertidos, atrevidos y duros.
Así hasta el ultimo episodio, el cual llevamos esperando todo el año y ke da la bienvenida al verano, y el cual deja los mismos o mas interrogantes de los ke teníamos, pero nos consuela saber ke habrá otra temporada y otro villano contra el ke luchar, por ke si no fuese asi, si la vida no cambiase tanto y tan poco a la vez ¿Donde estaría lo interesante?
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